No podemos dar una respuesta exacta a esta pregunta ya que va a depender del número de implantes que vayamos a colocar y del paciente que estemos tratando. Si hablamos de la colocación de un implante unitario con su corona provisional inmediata, podemos aventurarnos a decir que en media hora estaría hecha la cirugía. Otra cuestión es cuando realizamos un tratamiento de rehabilitación integral en el que podemos colocar hasta 16 implantes. Influye mucho la colaboración del paciente y sus necesidades o características personales, no es lo mismo operar a un paciente de 30 años que a uno de 80.

Esta pregunta nos la hacen muchos pacientes pero verdaderamente es muy complicada de contestar ya que cada paciente es un mundo.

Los implantes están diseñados para poder llegar a durar toda la vida. Sin embargo, como en tantas otras cosas, su durabilidad dependerá del cuidado, higiene, y cumplimiento con el programa de revisiones.

La mejor garantía es la calidad de los materiales, la experiencia y la técnica que utilicen los profesionales que realizan tu tratamiento y el mantenimiento adecuado.

Categóricamente la respuesta es NO.

Un implante no tiene por qué doler, y si esto pasa, es que algo no está bien. En el momento de la colocación existen hoy en día anestésicos muy buenos que van a permitir al cirujano trabajar con toda la tranquilidad del mundo ya que el paciente va a estar sin dolor y relajado por no sentir absolutamente nada. Una vez colocado el implante, lógicamente hay que tomar algo de medicación y dependerá del tipo de la cirugía y de las condiciones generales del paciente. No es lo mismo colocar un implante que hacer una rehabilitación completa con 16 implantes. En cada caso se tomará más o menos analgesia. El post-operatorio tampoco es doloroso.

Se trata de dos conceptos totalmente diferentes.

Cuando hablamos de implante, estamos refiriéndonos al dispositivo que ejerce de raíz del diente y que va anclado en el hueso maxilar o mandibular. Comúnmente se le llama ‘tornillo’ y se coloca cuando el paciente es edéntulo total o parcial.

Sin embargo la corona se puede colocar tanto en un implante como en un diente natural. En el caso del implante evidentemente la corona es la que va a ejercer de diente, es decir, la parte que se ve y con la que realizamos la masticación. Pero también podemos colocar una corona en un diente natural que necesite una restauración grande o en un diente que esté muy desgastado.