Existen numerosos tipos de manchas en los dientes; algunos son de naturaleza genética, ambiental o farmacológica. Las más comunes son las manchas superficiales en el esmalte o debajo del esmalte en la dentina. Las manchas superficiales son causadas por alimentos, bebidas y comportamientos de estilo de vida, como fumar. Con el tiempo, las manchas superficiales pueden penetrar el esmalte y cambiar el color de la dentina, lo que oscurece la apariencia general del diente debido a la translucidez de la capa de esmalte. Cuando esto ocurre, el diente a menudo se ve amarillo.

Hay muchas opciones de blanqueamiento, desde pastas de dientes, enjuagues y tiras de venta libre, hasta soluciones supervisadas por profesionales como Philips Zoom en el consultorio y blanqueamiento para llevar a casa.

Ciertos productos pueden eliminar las manchas superficiales mediante abrasión o mediante una reacción química. Las pastas dentales blanqueadoras pueden contener moléculas de sílice que pulen el esmalte. Los cepillos de dientes recargables como Philips Sonicare Diamond Clean utilizan la acción de las cerdas sobre la superficie del diente para eliminar las manchas.

Productos blanqueadores que incluyen peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, que provocan una reacción química que rompe los enlaces de carbono que crean las manchas amarillas. Una vez que los enlaces se rompen, ya no reflejan un color amarillo.

La mayoría de los servicios de blanqueamiento están diseñados para durar un largo período de tiempo, pero las recaídas no son infrecuentes debido a comportamientos personales que retienen los dientes.

Los precios varían según su caso.